Se ha hecho esperar, pero es la primera ola de calor del verano y ya está aquí. Con ella llegan las mangas cortas, los tirantes y los abanicos, que intentan sofocar el calor extremo que se vivirá estos días en la octava y novena regiones. La subida de las temperaturas puede provocar apatía, irritabilidad, mal humor y confusión entre algunas personas, que ven cómo su bienestar, armonía e incluso salud mental se ven alterados durante estos días cuando el mercurio no da tregua.
Aunque normalmente el calor tiene un impacto estimulante sobre las personas y provoca "un humor amable o carácter euforizante", las altas temperaturas, en casos extremos, pueden actuar de manera negativa sobre ciertos colectivos.
"Un calor moderado estimula a salir más y a estar de buen humor, pero al superar un cierto nivel existe una sobreadaptación del organismo que puede conducir al malestar", ha señalado. Los individuos que padecen depresión, ansiedad, estrés o patologías de bipolaridad, son más propensos a sufrir irritabilidad, debilitamiento o aturdimiento ante estas situaciones extremas.
Síntomas como confusión, descenso del rendimiento físico y psíquico, menor capacidad de reacción y concentración, pueden desencadenar frustración entre algunas personas e incluso "reacciones agresivas". Otros grupos vulnerables a las altas temperaturas son las personas mayores, niños, enfermos y todos aquellos que tengan una patología previa que "deben extremar los cuidados", ha advertido.
Se ha apuntado que casi un tercio de la población es "meteorosensible", padeciendo cambios anímicos vinculados a las temperaturas extremas y a la duración de las horas de luz. "Al extremarse las altas temperaturas, tenemos vasodilatación provocando bajadas de tensión, mayor sudoración y pérdida de líquidos, especialmente de electrolitos a través de la piel, lo que genera cansancio". Es entonces cuando el cansancio "puede volverse patológico", ha advertido.
No obstante, no sólo las altas temperaturas afectan a la salud mental, sino que otros factores como el aumento del grado de humedad y los iones positivos que se encuentra en el aire caliente, repercuten en las personas "meteorosensibles". Además del cansancio, el mal humor, la impaciencia o la impulsividad, las personas "meteorosensibles", sufren también en el ámbito laboral ya que desciende su eficacia y productividad, mientras aumenta la falta de atención.
Miralles recomienda estar a la sombra, no hacer esfuerzos físicos, ingerir alimentos con pocas calorías, no tomar alcohol y descansar, además de consumir bebidas isotónicas y evitar las energéticas porque, "al contener taurina, puede aumentar la ansiedad" y, por tanto, el mal humor y el cansancio.
Ambos expertos coinciden en que no existen casos de violencia "extrema" ligados al calor, aunque en determinadas situaciones como las que se producen en grandes ciudades con aglomeraciones o atascos de tráfico, las altas temperaturas suscitan situaciones "fuera de lo normal" que se traducen en "insultos o empujones". Para evitarlo, recomiendan tener una actitud mental "positiva", tratar de manejar las propias emociones y evitar imágenes negativas que el calor "excesivo" produce, además de incluir descansos en nuestra actividad y tratar de mitigar el calor con la refrigeración suficiente.
Ruta 180CH, km 24, cruce La Turbina, ciudad de Los Angeles, localidad de Coigue, comuna de Negrete, Octava Región del Bío Bío, Chile.
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